Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1888-1889 (Cortes de 1886 a 1890)
Sesión: 1 de diciembre de 1888
Cámara: Congreso de los diputados
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. García Alix
Número y páginas del Diario de Sesiones: 2, 26-27
Tema: Reproducción del proyecto de ley constitutiva del ejército y del que declara no embargables los sueldos de los oficiales

Ante todo protesto del tono de ironía que el Sr. García Alix ha dado a mis palabras, dichas con entera sinceridad. Yo doy a S.S. la importancia que creo tiene, y que me parece muy grande, y lo digo sin ironía ninguna, porque así lo creo. ¡Si se lo he dicho algunas veces a S.S. cuando estaba en otra actitud que me gustaba más! (El Sr. García Alix: No he variado, Sr. Presidente del Consejo; estoy de acuerdo con el proyecto del Gobierno). Con ese estoy yo, y digo ahora lo que he dicho siempre. Este proyecto no podía ser proyecto de partido, porque el ejército no es de ningún partido, y ese proyecto se presentaba a la discusión de las Cámaras y al examen de todos los partidos, y yo he dicho siempre que no aceptaría nada que fuera rechazado como cuestión de partido por los demás. Yo he creído, como el Ministro que lo presentó, que era una gran base de discusión, y me hubiera alegrado que todos los partidos lo hubieran creído bueno; no ha sido así; después de muchas transacciones con todos los partidos, todavía se dificultaba su discusión, y ésta se hacía interminable, y yo, en bien de las mismas reformas y en bien del pensamiento que se encierra en ese proyecto, que no rechazo, quiero que se adopte otro sistema más fácil para sacar por lo menos aquello que corre más prisa. ¿Es esto ser enemigo del proyecto? (El Sr. García Alix: Pido la palabra). [26]

Eso he dicho, y repito ahora, y eso estaba dispuesto a hacer en el Ministerio anterior, cuando el Ministerio de la Guerra estaba ocupado tan dignamente por el general Cassola; pero después de las transacciones hechas creyó el Sr. Ministro de la Guerra que iba a pasar fácilmente el proyecto, y se vio que no pasaba, y a mí me basta con todo eso para saber que tal y como está no pasa. Y como yo quiero que haya reformas, deseo que pase lo que pueda pasar, que es lo principal para el ejército, y no quiero que por razones de otro orden se entorpezca una cosa que puede conseguirse pronto.

Ésta es la única diferencia que hay, pero con mi sistema facilito la aprobación del proyecto, porque, en último resultado, se puede dividir en dos, uno que comprenda aquello que más inmediatamente afecta al ejército, y que para el ejército y para todos es de urgente resolución, y otro que encierre los demás puntos que yo no rechazo, pero que no son tan urgentes. El primero se podrá aprobar pronto, y el segundo se aprobará cuando los Sres. Diputados lo crean necesario.

¿Ve S.S. cómo no hay diferencia? La hay muy grande en esto: en que con mi procedimiento se harán las reformas militares, mientras que con el del Sr. García Alix no se conseguirá llevarlas adelante. [27]



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